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Azúcar, como intoxicamos a los niños

Emma González Gamero • dic 21, 2021
Tema recurrente, que en varias ocasiones he hablado, pero que el verdadero problema es que no somos conscientes del daño que provoca el azúcar libre en nosotros y en especial en los niños.
 
Antes de todo quiero explicar que es el azúcar intrínseco y el azúcar libre. El azúcar intrínseco (el recomendable), es el azúcar simple (mono y disacáridos) que contienen los alimentos de forma natural.

Y el azúcar libre son los azúcares añadidos (refinados o sin refinar) a los alimentos por los fabricantes o los consumidores. 
El cuerpo obtiene la glucosa a partir de carbohidratos complejos como cereales integrales, frutas y verduras. También puede fabricar glucosa a partir de proteínas o de grasas cuando sea necesario. Comer formas simples de azúcar añadida, como azúcar de mesa o miel, no es necesario para que el cuerpo prospere.

Hay que tener muy presente que no hay requerimientos nutricionales de azúcar libre. El azúcar debe consumirse en su forma natural. El azúcar, ya sea moreno, integral, de caña, de panela o de cualquier otro tipo es azúcar y a nivel metabólico aporta lo mismo, esto es algo que hay que tener muy claro. 
 
Aclarado esto vamos a ver qué pasa con el azúcar LIBRE en los niños
 
Existe evidencia científica de que los azúcares libres y añadidos son el principal contribuyente al aumento de peso, la obesidad, la caries dental y otros efectos adversos para la salud, además de reducir la esperanza de vida.
El consumo de azúcar es tan adictivo como el consumo de la cocaína y otras drogas. Lo que quiere decir que, cuanto más azúcar consuman, más acostumbrarán al cuerpo a esa sustancia que pareciera inofensiva. Al no consumirla, se pueden sentir dolores de cabeza, mareos, ansiedad y fatiga.

Estos son algunos de los efectos del consumo abusivo de azúcar en el desarrollo de los niños:

-Sobrepeso y obesidad. El consumo elevado de azúcar está directamente relacionado con el sobrepeso y la obesidad. También se relaciona con enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y problemas gastrointestinales o caries dentales. Casi el 40% de los niños de entre 3 y 8 años tienen sobrepeso u obesidad, tal y como puede analizarse en el Estudio Nutricional de la Población Española (ENPE) del año pasado.

- Alteraciones en el comportamiento. Hiperactividad, ansiedad y depresión pueden estar relacionados con el abuso del consumo de azúcar. Una investigación realizada por la Universidad de Colorado y publicada en Evolution and Human Behavior establece una relación entre comportamientos agresivos e impulsivos y trastornos como el síndrome de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y la ingesta excesiva de azúcar. Los investigadores insisten en que no se puede responsabilizar al azúcar de estas conductas o trastornos, pero sí establecen una posible potenciación de los mismos.

-Problemas de concentración, memoria y aprendizaje. Una investigación de 2012 puso de manifiesto que los adolescentes con obesidad tenían peores resultados en aritmética, ortografía, atención y flexibilidad mental. Además, según un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles (EE.UU.) realizado en ratas, una dieta muy rica en fructosa produce alteraciones en el cerebro, la memoria y el aprendizaje que dificulta la capacidad cerebral. Diversos estudios sugieren que al existir niveles elevados de glucosa en sangre, el cerebro intenta metabolizarla y puede producirse un daño en el hipocampo. Del mismo modo, un equipo de la Universidad Charité en Berlín descubrió que tomar mucho azúcar y otros carbohidratos daña tanto la estructura física del cerebro como su función.

-Enfermedades cardiovasculares. Otro estudio publicado en la revista Journal of Nutrition determinó que las bebidas azucaradas, incluidas bebidas light y zumos envasados, podían vincularse a mayores riesgos de sufrir síndrome metabólico.
 

Y vigilemos porque alrededor del 70% de los alimentos procesados ​​contienen algún tipo de azúcar añadido y el 80% de los productos comercializados con azúcar.
 
El azúcar como he comentado puede ser adictivo y por ello lo importante es consumirlo con moderación. Lo interesante es aprender a educar los paladares a saborear alimentos naturales para hacer que prefieran un nivel más bajo de dulzura. Y si tenemos esto conseguido, entonces los dulces los podemos disfrutar en ocasiones especiales sin preocuparnos.
 

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