Blog (recetas y +)

Por Emma González Gamero 01 ago, 2023
La auriculoterapia se aplican agujas o semillas en ciertas zonas reflejas de la oreja para equilibrar la energía y calmar así un dolor o una agitación nerviosa. Todo ello de inmediato y sin efectos secundarios. La base sobre la que se postula la auriculoterapia es que una pequeña parte del organismo puede reflejar todo ese organismo. La oreja, en este caso, ofrece un espejo de todo el cuerpo. La auriculoterapia trata sobre todo manifestaciones del organismo: dolor, una erupción cutánea, un ataque de ansiedad… No aborda la causa sino que, en muchos casos, sirve como remedio de urgencia. Por ello la utilizo generalmente junto con el resto de mis terapias. ¿Qué esperar cuando acudes a sesión de auriculoterapia?: Tras escuchar los síntomas, se decide que puntos estimular. Buscando los puntos mediante un palpador. Durante la sesión se aplican agujas de acupuntura y al terminar se sustituyen por semillas o imanes que se adhieren a la oreja con un adhesivo para que la persona los lleve durante días. Después del tratamiento en la consulta, el paciente puede activarse los puntos haciendo pinza con los dedos sobre cada una de las semillas y apretando varias veces al días. Este autotratamiento da mucho valor a la técnica, pues se puede mantener el estímulo fuera de la consulta. Otros usos de la auriculoterapia: Más allá del dolor físico, la auriculoterapia puede ayudar a tratar otros aspectos: Puede ser útil contra el estrés. La auriculoterapia ayuda contra la angustia o el estrés. Hay varios puntos que al ser estimulados ofrecen un mayor equilibrio energético, más paz. Esto es también importante: un tratamiento de auriculoterapia equilibra, no lucha contra nada. Eficaz con las adicciones. Ayudar a la deshabituación de las dependencias (alcohol, drogas, tabaco). Desde hace 40 años existen protocolos en este sentido que funcionan con éxito. Ayuda contra la hipertensión. La terapia auricular puede utilizarse junto con los medicamentos antihipertensivos para mejorar la eficacia del tratamiento. Es una técnica sencilla de aplicar y no tiene efectos secundarios.
Por Emma González Gamero 11 ene, 2023
Cuando vamos a comprar, es probable que caigamos en estrategias de marketing destinadas a hacernos crees que estamos comprando un producto saludable. Aprende a leer las etiquetas y que no te confundan. Pero antes de nada debo insistir en la importancia de que el grueso de nuestra compra esté conformado por producto fresco, del que no lleva etiqueta, o en su defecto, por materias primas envasadas (con un solo ingrediente) como podría ser un paquete de lentejas, o por productos poco procesados como las legumbres cocidas. Lo principal para hacer buenas elecciones en el supermercado no es saber entender las etiquetas, es comprar el mínimo de cosas con etiquetas. Y para ese mínimo hoy voy a explicar algunas claves para entender las etiquetas de los alimentos: EL ORDEN DE LOS INGREDIENTES Debemos saber que cuanto más arriba esté en la lista de ingredientes, más cantidad lleva, ya que los ingredientes se listan de mayor a menor contenido, por ley, en todos los productos. EL AZÚCAR Si un producto lleva azúcar añadido, lo mejor es no comprarlo. Y con esto ya eliminamos tres cuartas partes de los productos del súper. Os indico algunos nombres más habituales del azúcar añadido: Azúcar, Sacarosa, Glucosa, Dextrosa, “Jarabe de”, “Sirope de”, Melaza de”, Sucrosa y Maltosa LA GRASA No es tan importante la cantidad de grasas que lleve un producto como su calidad. Por tanto, a la hora de leer una etiqueta, tengamos en cuenta que: No comprar alimentos procesados. Que la grasa que contengan sea sólo aceite de oliva virgen extra. aunque eso es raro que suceda, lamentablemente lo habitual es que nos encontremos un aceite vegetal cualquiera entre los primeros ingredientes y un mísero 0’5% de AOVE al final de la lista. Conformarse con aceite de oliva a secas o girasol alto oleico. Descartar los productos que tengan grasas vegetales refinadas de semillas, aceite de coco o palma. La grasa de coco es saludable sólo si no es refinada, y no la vamos a encontrar virgen en un producto procesado. No deberíamos ni considerar un producto que entre en esta categoría: grasas hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas. CONTENIDO EN SAL Los productos procesados suelen ser ricos en sal, aunque unos más que otros. A veces en el etiquetado en lugar de venir indicada la sal, nos indican el sodio. En ese caso debemos multiplicar la cantidad de sodio por 2’5, y esto nos dará la cantidad de sal. Mucha sal: 1’25g de sal o más por cada 100g / Contenido medio de sal: entre 0’26 y 1’24g por cada 100g / Poca sal: 0’25g de sal o menos por cada 100g Os propongo un reto: encontrar productos sin azúcar añadido, con grasa saludable y poca sal ¡ánimo!
Por Emma González Gamero 18 dic, 2022
El calcio es el mineral que más abunda en nuestro organismo, esencial para la formación de los huesos y los dientes y para mantenerlos fuertes y sanos. Su carencia aumenta el riesgo de osteoporosis o disminución de la densidad ósea. En nuestra cultura los lácteos y sus derivados se han considerado desde siempre la principal fuente de calcio. Siempre nos han dicho que consumir productos lácteos es bueno para la salud y la publicidad y el marketing de las grandes marcas de la industria láctea nos han hecho creer que la leche y sus derivados son indispensables. Sin embargo, ¿son realmente necesarios los productos lácteos? Hasta ahora ningún estudio independiente ha aportado la prueba real de su eficacia sobre la salud ósea y es un hecho que son los países donde se consume más leche quienes sufren el mayor número de fracturas y la mayor tasa de osteoporosis. La leche es un producto acidificante y el cuerpo debe sacar de sus bases para limitar sus efectos, estas bases se sitúan concretamente en los huesos, dónde están asociadas al calcio. Por tanto en lugar de nutrir los huesos, los productos lácteos consumidos en exceso contribuyen a desmineralizarlos. Aunque existe la creencia de que las únicas fuentes de calcio son los productos lácteos, lo cierto es que hay muchas fuentes de calcio vegetal de gran calidad, como legumbres, frutos secos, verduras de hoja verde, algas y algunas semillas. Algunos ejemplos de alimentos vegetales que son especialmente ricos en este mineral son: Almendras, alga Hiziki, higo seco, sésamo, semillas de amapola o berros Ahora ya sabemos que los productos lácteos no son indispensables para la salud. Si decides no tomarlos, no te preocupes por sufrir ningún tipo de carencia siempre que tu alimentación sea abundante en vegetales variados y te mantengas activo. Si por el contrario, lo que quieres es consumirlos, elige de manera consciente y sabiendo que los más saludable son los lácteos fermentados (el yogur natural, el kéfir o el queso) y siendo cabra u oveja los que nos sientan mejor y que sea por supuesto ecológicos.
Por Emma González Gamero 05 dic, 2022
Cada vez somos más, ¿lo notas? Cada vez más personas a mi alrededor, y seguramente al tuyo, se pasan al vegetarianismo, o al veganismo, por la conservación del medioambiente, la defensa de los derechos de los animales, o por motivos de salud al presuponer que es una alimentación más saludable. Y me alegra mucho, de verdad, porque en el fondo soy bastante egoísta, y como la dieta vegana o vegetariana nutricionalmente adecuada y planificada disminuye el riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas, hipertensión, obesidad, diabetes e incluso ciertos tipos de cáncer... me gusta saber que quien la sigue estará a mi lado más tiempo, y de mejor calidad. Egoísmo puro, vaya. Ahora es mucho más fácil: Corren recetas y consejos por grupos de whasapp, vemos fotos de platos apetitosos por Instagram, nos atrevemos a adaptar cualquier receta tradicional a una sin carne ni pescado, y por supuesto están esas grandes ayudas: ¡los procesados en el super! La popularidad de esta dieta, o de esta forma de ver la alimentación ha aumentado mucho, en poco tiempo. Unas amigas me comentaban que los supermercados del pueblo (ya sabemos que Castelldefels es una ciudad, pero para nosotras es "el pueblo") tienen todo tipo de productos veganos y vegetarianos, a punto para servirse, y comerse. Pero no me canso de repetirles una cosa: vigilad lo que compráis, por favor. Al igual que con cualquier dieta, es posible interpretar el veganismo o vegetarianismo de manera errónea. Simplemente porque un empaquetado omita el consumo de carne y productos de origen animal, no la convierte en saludable de manera inmediata. Si además tenemos en cuenta que las grandes marcas se han apuntado al tirón de los productos veganos, es necesario que nos planteemos y reflexionemos acerca de nuestras elecciones ya que un producto por el hecho de ser vegano no significa que sea saludable en todos los casos. ¿Qué hay que vigilar? En general, los productos vegetales son más saludables que sus equivalentes omnívoros, ya que suelen llevar especias en lugar de aromas, o aceite de oliva en lugar de grasas saturadas, pero no siempre es así. Le pido a mis amigos, pacientes, familiares,... que lean el etiquetado del alimento porque los productos procesados, veganos o no, son procesados, y estos pueden desequilibrar nuestra dieta si al comprar dichos productos no tenemos en cuenta los ingredientes que contienen. Es fácil, ¿no? Una lectura a la etiqueta, una pequeña comprobación de que nada puede echarnos a perder la dieta, y seguimos. Y por supuesto, no intento convencer a nadie de que la opción vegetariana o vegana es más saludable... Pero ya os lo he dicho al principio: soy egoísta. Y os quiero conmigo el máximo tiempo posible.
Por Emma González Gamero 01 dic, 2022
Son muchas las personas que se preguntan qué es la naturopatía. Es una disciplina que se incluye dentro de la medicina alternativa o las terapias naturales, se sirve de remedios naturales para ayudar al propio organismo a encontrar las vías de la curación. La Naturopatía significa el Camino de la Naturaleza. Engloba numerosas terapias alternativas enfocadas en tratar al ser humano como un todo, para los naturópatas el cuerpo de las personas están formados por tres pilares importantes: estructura ósea y órganos (cuerpo físico), la cabeza (mente y espíritu) y alimentación sana (química). La naturopatía es hoy en día un muy buen complemento y apoyo para la medicina tradicional. Su aplicación se lleva a cabo generalmente cuando existe un diagnóstico médico previo. Consideramos que la enfermedad aparece cuando se da un desequilibrio en estos pilares y por ello deben tratarse en conjunto. Su principal aplicación se basa en recuperar la salud del paciente mediante la autorregulación, equilibrando el organismo, pero, sobre todo, desde un punto de vista preventivo. Está formada por un conjunto de técnicas naturales que ayudan a prevenir, recuperar, mantener y fortalecer nuestra salud. Con las técnicas que trabajo principalmente son: • Alimentación: Realizo un asesoramiento personalizado para equilibrar y adaptar tu alimentación a tus necesidades, teniendo en cuenta tu estado de salud. Te oriento sobre qué alimentos son más adecuados para fortalecer tu organismo y aumentar tu nivel energético. • Fitoterapia: La naturaleza deja a nuestro alcance todas sus propiedades para que podamos equilibrar nuestro organismo. La Fitoterapia busca restablecer la salud a través de remedios vegetales (raíces, hojas, tallos, flores,semillas y frutos). En las plantas medicinales los principios activos se hallan siempre biológicamente equilibrados por la presencia de sustancias complementarias, que van a potenciarse entre sí, de forma que nos ayudan a prevenir, equilibrar y reforzar nuestro organismo y energía. • Terapia ortomolecuar (suplementación natural): consiste en proporcionar a cada persona la concentración óptima de las sustancias naturales que están presentes en nuestro organismo con el fin de corregir alteraciones y mantener una buena salud. Utiliza, por tanto, suplementos de vitaminas y otros nutrientes esenciales a dosis terapéuticas, de forma individualizada, para restablecer de nuevo el equilibrio frente a la enfermedad. • Auriculoterapia: En nuestras orejas está reflejado todo el cuerpo humano. La auriculoterapia estimula puntos auriculares mediante presiones, de esta manera la energía es transmitida a través de los centros nerviosos del tronco encefálico, para producir un efecto reflejo en zonas específicas del organismo. Este método alivia diversas molestias, normaliza el funcionamiento del organismo y se recupera la vitalidad. • Aromaterapia: La aromaterapia consiste en utilizar aceites esenciales para obtener beneficios saludables. Las moléculas que componen los aceites esenciales son principios activos que ejercen distintos efectos terapéuticos sobre el organismo. Hay desequilibrios que se resuelven en 2 sesiones, y otros que pueden alargarse meses. Mi función es la de acompañarte y guiarte, y puedo estar a tu lado tanto tiempo como tú lo necesites.
Por Emma González Gamero 14 nov, 2022
Pues… ¡ya estamos aquí de nuevo! Esta vez, el artículo va de gente de Castelldefels que conozco muy bien, a los que les encanta un super alimento que sale del mar: Algas. Estas son las plantas más antiguas en la tierra, hay miles de especies, cada una con sus propias características y, algunas, son comestibles. Siempre me preguntan: ¿Son como “lechugas”? Pues… no. Son mejores. Si se comparan las algas con vegetales terrestres, se encuentran más componentes beneficiosos para la salud. Las algas son buenas para el medio ambiente, pero también están deliciosas. Tienen una proporción correcta de proteína vegetal de alto valor biológico, contienen todos los aminoácidos esenciales en proporción notable, aportan poca grasa, una cantidad de minerales superior a los alimentos terrestres, vitaminas, fibra y abundantes sustancias antioxidantes. Su composición única las convierte en un alimento saludable con numerosas propiedades. Las algas son propias de la cocina Japonesa y China, pero las que comemos aquí principalmente son de las zonas costeras de Bretaña y de Galicia. Te hablaría de las diferentes variedades de algas, de las que existen 145 especies comestibles: - Las algas pardas como wakame y kombu. - Las algas rojas/púrpuras como la dulse o el nori. - Las algas verdes como la lechuga de mar - Las microalgas como la espirulina, … pero vamos a lo importante: Las algas marinas pueden ser cocinadas de muchas maneras y tienen una gran cantidad de beneficios. Y ahí entra lo que os dije al principio: Hay alguna gente del pueblo que está encantada con algunos platos con algas, así que con vuestro permiso, les nombro. La primera, claro, es mi madre. Descubrió hace poco la mezcla increíble que se consigue con las algas en un potaje con legumbres, y siempre las pone en los garbanzos, que ya le salían buenos, pero ahora son espectaculares. Las algas fortalecen los huesos. Tienen propiedades antiinflamatorias. Ayudan a controlar el colesterol. También le flipan a mi hija (sí, flipar es la palabra). Ella se las come muy bien con sushi, y lo pasamos genial cocinando en casa. como se encuentran prácticamente en cualquier super o tienda especializada, hacer sushi es un planazo: Es divertidísimo, fácil, y se pasa la tarde volando. Al final, solo es arroz, algas y lo que te apetezca. Sacian sin engordar. Fortalecen el sistema inmune. Después descubrí que Antonio, un amigo de toda la vida, ha hecho de su ensalada de algas su plato estrella. Él le pone aguacate, tiras de algas, cebolla fresca, semillas de sésamo y alguna sorpresa. Y he de admitir que tiene mucho gusto, decorando un plato. Favorecen la salud cardiocirculatoria. Facilitan la digestión y evitan el estreñimiento. Y para mí, la gran novedad es saber que Olga, una compañera desde el instituto, hace unos batidos con frutas y espirulina que saca de internet, y son realmente muy buenos. Son diuréticas y depurativas. ¿Y tú? ¿Te animas a probar las algas comestibles?
Por Emma González Gamero 19 sept, 2022
La microbiota, también llamada flora intestinal es la comunidad de microorganismos vivos, residentes en el tubo digestivo. Me gusta pensar que somos como un pequeño planeta que alberga multitud de organismos, convivimos con el conjunto de bacterias que forman nuestra microbiota realizando una interacción simbiótica. La clave está en que las bacterias beneficiosas, sean las que predominen en nuestra microbiota, formando así un ecosistema equilibrado y diverso. Nuestra microbiota influye en muchos aspectos, tanto físicos como emocionales. Y como todo ecosistema, el equilibrio de la microbiota es relativamente frágil. Desequilibrada puede causar hinchazón, gases, diarrea o mala digestión, y se ha relacionado con enfermedades como la diabetes tipo 2, la obesidad, la celiaquía o la depresión, entre otras. Regula nuestro sistema inmunitario, por lo que nos ayuda a combatir las agresiones externas. Además, tiene un gran impacto en nuestras emociones. Una alimentación variada y equilibrada contribuye a mantener la flora intestinal. Esta puede modificarse a través de lo que comemos y hacemos. El consumo de probióticos puede ayudar a mejorar la microbiota intestinal, pero es importante saber que esta siempre se mantiene en constante cambio, de acuerdo con nuestros hábitos, y que los probióticos son bacterias vivas que se alimentan de lo que nosotros nos alimentamos también, por lo que tener malos hábitos y tomar probióticos no tiene sentido: las bacterias buenas que estamos introduciendo en nuestro organismo no pueden sobrevivir si no las alimentamos con alimentos saludables. Los alimentos que pueden impactar de forma positiva en nuestra microbiota intestinal son aquellos que contienen fibra, como todos los alimentos enteros de origen vegetal (verduras, frutas, cereales integrales, legumbres, semillas, nueces, etc.) y los alimentos fermentados como el chucrut, el tempeh, la kombucha o el miso, entre otros. Así que procura incluir este tipo de alimentos en tu día a día para tener una microbiota saludable. Y reducir al máximo la ingesta de carne roja así como sus procesados. Además, llevar un estilo de vida saludable puede ayudar a mejorar la calidad de nuestra microbiota intestinal para que esta actúe a nuestro favor. Favorecer el equilibrio de las bacterias que viven en el intestino, sobre todo a través de la dieta, es crucial para evitar enfermedades y mantenerte de buen humor.
Por Emma González Gamero 05 sept, 2022
Paseo mucho frente a la biblioteca de Castelldefels, por trabajo o por placer. Siempre recuerdo la anterior biblioteca, la de mi época en el instituto, un tiempo donde la biblioteca era ese “templo” para obtener información, entretenimiento, estudiar tranquila, o saciar la curiosidad sobre algún tema. Recuerdo que una vez me hablaron de “el efecto libro de biblioteca”, ¿os suena?: Se daba cuando no conseguías devolver un libro en su fecha, y lo mantenías en casa. Y cuanto más tiempo pasaba, por vergüenza, o por olvido, menos momentos encontrabas para devolver el libro… hasta que semanas después, ibas a pasar el mal trago de la devolución tardía, que tampoco era para tanto…Lo cogían con media sonrisa, te pegaban media bronca, y todo seguía igual. Con el cuerpo, nos pasa igual: todas y todos hemos oído hablar de la operación verano. ¡Y ahora tenemos la sensación de que llegamos tarde! Aunque lo ideal para preparar nuestro cuerpo para el verano es hacerlo con meses de antelación, todavía estamos en el momento perfecto para prepararnos. Lo más importante es evitar a toda costa las dietas exprés, porque además de frustrantes no son nada saludables, cualquier dieta que nos haga bajar de peso drásticamente es una opción muy perjudicial para nuestro organismo. El proceso de pérdida de peso debe de ir acompañado de unos hábitos alimentarios saludables. ¿Empezamos? Elimina las toxinas que se nos acumulan en invierno. Bebe agua, e infusiones como té verde o diente de león. ¿Seguimos? Es fundamental mantener una dieta equilibrada basada principalmente en la ingesta de frutas y verduras, combinada con alimentos ricos en proteínas y que estos sean preferentemente ecológicos. ¿Un poquito más? Anímate, incluye en tu rutina algo de actividad física. ¿Puedes correr? Corre. ¿Puedes caminar? Camina. ¿Puedes ir en bici, o hacer algo de yoga, o pequeños estiramientos? Todo vale. Todo suma. Porque cualquier cambio, el más mínimo, en nuestra alimentación o costumbres, acaba teniendo una reacción en nuestro metabolismo. Si lo haces bien, te irá bien. ¡Este verano, en otoño o invierno tendrás el objetivo deseado! ¿Cuál es el momento ideal para empezar a tener unos hábitos de vida saludables? El mismo que para devolver un libro a la biblioteca. Ahora mismo. Si necesitas ayuda, puedes contactar conmigo, trabajaremos en la planificación de tu dieta y te daré unas pautas para conseguirlo. “Ámate lo suficiente como para tener un estilo de vida saludable”
Por Emma González Gamero 10 jun, 2022
Especie: Aloe vera; (L.) Burm.f., 1768 Familia: Asphodelaceae Clase: Liliopsida División: Magnoliophyta Orden: Asparagales Reino: Plantae La palabra “aloe” proviene del término árabe “alloeh”, que significa “sustancia amarga y brillante”. Los árabes fueron los primeros en dominar el arte de elaborar extractos comerciales a partir de esta planta y en extender su uso por el mundo grecorromano, por India, el Tibet, Malasia, Sumatra y China. La primera descripción de sus propiedades, se encuentra en una tablilla sumeria del año 2.000 a.C. El Aloe Vera es una de las 250 especies de Aloe, sin embargo, esta se diferencia de las demás por sus altísimas propiedades medicinales. Su nombre científico es Aloe Barbandensis y es conocida también como Sábila. La mayoría de beneficios del aloe vera se asocian al gel, que debe ser separado cuidadosamente de la piel y partes adyacentes que contienen un látex irritante, potencialmente tóxico. Para uso interno, conviene especialmente adquirir gel o jugo de aloe puro específicamente preparado para ser ingerido. Las propiedades de la hoja del Aloe Vera y sus usos en el campo cosmético están aceptados a nivel mundial. Sin embargo, sus beneficios no solo se concentran en la piel, sino también es útil para tratar problemas intestinales y otros males. Os detallo algunos de sus beneficios, ¡pero solo algunos porque hay muchos más! El gel o el jugo puro de aloe vera combate el estreñimiento y la irritación del estómago y los intestinos. También se puede utilizar en enjuagues orales para prevenir el crecimiento de la placa bacteriana en la boca. (Si tiene enfermedad de Crohn, colitis o hemorroides, no se debe consumir aloe vera. Puede favorecer los calambres abdominales y la diarrea). La ingesta de extracto de gel aumenta la capacidad antioxidante del plasma sanguíneo. Un compuesto del aloe, la emodina, favorece la regeneración de las células óseas. Se ha comprobado que la barbaloína o aloína disminuye el colesterol, los triglicéridos y las agresiones de los radicales libres sobre el tejido del músculo cardiaco. Los mucílagos del aloe alimentan las bacterias beneficiosas que producen ácidos grasos de cadena corta. En cambio, combaten el crecimiento de patógenos. Sirve para tratar las quemaduras y otras afecciones de la piel. Por ejemplo, acelera la curación de las vesículas causadas por el virus del herpes simple. Es eficaz para tratar complementariamente el acné y puede además reducir el enrojecimiento, la descamación, la comezón y la inflamación provocados por la psoriasis leve a moderada.
Por Emma González Gamero 25 abr, 2022
El estado de ánimo influye en todas las áreas de nuestra vida, en la forma de alimentarnos también. Comemos por muchas razones, y pocas veces es por hambre. Nuestra avidez es el resultado de una relación compleja de rutinas alimenticias, valores culturales, de experiencias familiares previas, actitudes y creencias, el contexto en el que comemos... A lo largo de nuestra vida, el cerebro va registrando toda esa información y todos estos factores pueden llegar a crear un vínculo disfuncional con la comida: No siempre que sentimos hambre es por una necesidad fisiológica de alimentarnos. También existe el hambre emocional, ese apetito voraz que nos impulsa a vaciar la nevera cuando lo que nos ocurre es que nos sentimos ansiosos, vacíos, aburridos… un impulso que es aconsejable romper cuanto antes. El hambre emocional es un trastorno de alimentación que puede estar causado por la ansiedad. Este desorden se superpone al “hambre física” hasta el punto de dejar de percibir las señales reales de hambre, de saciedad, de satisfacción, etc... El objetivo debe centrarse en cambiar el vínculo que existe con la comida e indagar en las causas, para no sucumbir a la ingesta por vacío emocional. Podemos romper viejas conexiones dañinas. ¿Quieres unos consejos desde la Naturopatía? - Come con cabeza y corazón. Debemos entrenar a nuestro cerebro para escoger las opciones adecuadas y eso requiere constancia y tiempo. Tan importante es qué comemos, como cómo y cuándo lo hacemos. Intenta cultivar unos hábitos alimentarios más saludables. - No te juzgues. No te culpes. Quiérete. ¿Cómo te sientes con tu propio yo? conocer los procesos emocionales que afectan a tu manera de comer ayudará a fomentar una relación más amorosa con la comida… y contigo mismo. - Solo come. Nuestro estado de ánimo, las preocupaciones o lo que pensamos nos acompañan también en la mesa, influyendo en nuestro apetito y en la cantidad y la calidad de lo que comemos. Tenlo muy en cuenta. Para comenzar a tratar el hambre emocional, nos puede ayudar hacernos las siguientes preguntas: Antes de comer ¿Por qué voy a comer? ¿Por hambre, ansiedad, aburrimiento? ¿He tenido algún disgusto y no quiero pensar en ello ahora? ¿Me siento solo o sola y no sé qué hacer? ¿Qué he estado pensado y he sentido antes de comer? Durante la comida ¿Cómo estoy comiendo? ¿Lo disfruto? ¿Me tomo mi tiempo, o lo hago de forma precipitada e impulsiva? ¿Qué pienso y siento mientras como? Después de la comida ¿Hay satisfacción, disgusto, o nerviosismo? ¿Me culpo, me juzgo? ¿Qué pienso y siento después de comer? ¿Qué mensajes me proporciono? Después de la comida ¿Hay satisfacción, disgusto, o nerviosismo? ¿Me culpo, me juzgo? ¿Qué pienso y siento después de comer? ¿Qué mensajes me proporciono? La comida no debe convertirse en un mecanismo para regular nuestras emociones, ni como premio ni como compensación. A veces, las necesidades que cubre la comida son difíciles de manejar sin una ayuda profesional, por tanto hay que valorar acudir a ayuda profesional para recibir el apoyo y acompañamiento necesario. Te puedo a ayudar a combatirla con alimentos y remedios naturales.
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