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El azúcar en los niños

Emma González Gamero • feb 16, 2021
Este mes no voy a hablar de un superalimento, puesto que hay un tema que me preocupa y pese a que el año pasado escribí un artículo tratando este asunto, me siento con el deber moral de volver a escribir y profundizar. Constantemente veo a niñas y a niños en el que su día a día es excesivamente azucarado. Cuando hablo de azúcar me refiero al azúcar añadido. El azúcar que se hallan naturalmente en frutas y verduras –los denominados "intrínsecos"– no se han asociado a efecto negativo alguno. No los considero por tanto como azúcares libres que deban limitarse.

Normalmente hemos considerado al azúcar como una sustancia inofensiva, pero afecta al desarrollo y comportamiento de los niños; además existe evidencia a firme de que el alto consumo es un factor asociado a gran número de trastornos mentales en niños y adolescentes (incluso en adultos), además de otros problemas de salud como sobrepeso, caries, diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer e incluso Alzheimer. 

El azúcar, ingresa al torrente sanguíneo rápidamente, por lo que produce cambios rápidos en los niveles de azúcar en la sangre y esto hace que el niño se vuelva más hiperactivo. El azúcar no sólo es perjudicial por sí misma, sino que desplaza a los alimentos verdaderos, contribuyendo enormemente a una insuficiente ingesta de nutrientes esenciales para la salud. 

El consumo de azúcar se incrementa continuamente, llegando a niveles muy altos en las últimas décadas. Se promueve en alimentos endulzados y se asocia con el afecto: “para decir te quiero, te doy algo dulce”. Los niños consumen un exceso de azúcar añadido entre otras cosas porque en nuestra sociedad resulta difícil imaginar, por ejemplo, un desayuno o una merienda que no lo contenga. Todavía se asocia el azúcar a la comida apetecible e, incluso, nutritiva. Los que más azúcares añaden a la dieta infantil son, por este orden, chocolates, refrescos con azúcar, bollería y pastelería, productos lácteos, zumos y néctares, azúcar de mesa y los cereales de desayuno, cuando estos alimentos debieran evitarse o consumirse solo en pequeñas cantidades y de manera esporádica. 
Para entender cuánto azúcar añadido aportan este tipo de alimentos o pongo unos ejemplos y teniendo en cuenta que la ingesta máxima recomendad para niños según la OMS es de 12,5g sacad vuestras conclusiones:

● Un vaso de bebida de cola: 24 g (equivalente a 6 terrones de azúcar) ● Un vaso de batido de chocolate: 24 g 
● Una ración de pizza: 20 g (equivalente a 5 terrones) 
● Un vaso de néctar de melocotón: 19 g 
● Una ración de cereales para el desayuno: 17 g 
● Un yogur con sabor a fruta: 16 g (equivalente a 4 terrones) 
● Un brick de salsa ketchup: 16 g 
● Una rebanada de pan de molde: 3 g 

Una dificultad para reducir la ingesta de azúcares es que a menudo no somos conscientes de que se han añadido a los alimentos. Por eso conviene fijarse en la lista de ingredientes, donde el azúcar puede tomar una serie de nombres diversos, como sacarosa, glucosa, fructosa, dextrosa, jarabe de glucosa, concentrado de zumo de fruta o maltosa. 
 
Os indico una web que puede ser de gran ayuda : www.sinazucar.org
 
Si quieres mantener una buena salud física y mental en tus hijos prueba a reducir el consumo de esta sustancia lo máximo que puedas, recuerda que diversos estudios han confirmado la conexión entre su consumo y trastornos emocionales en los niños. 

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