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¿Influye lo que comemos en nuestro estado de ánimo?

Emma González Gamero • oct 15, 2021
Hoy os hablaré de mi amiga Sofía, empezó a ser consciente de lo que ingería y darse cuenta como le sentaba en su organismo. Cada uno de nosotros necesitamos adaptar nuestra alimentación a nuestra persona. Ella tenía una enorme falta de energía y se sentía cansada casi la mayor parte del tiempo, sin ganas de hacer cosas. Con el tiempo empezó a dejar de comer refinados, carne, alimentos ultraprocesados… comer cereales integrales, más fruta, verduras y legumbres, semillas, germinados,...

Me detengo un momento para hablaros de nuestro sistema digestivo, este contiene más de 100 millones de neuronas. El tejido de los intestinos tiene una red de neuronas que producen neurotransmisores que influyen en nuestro estado de ánimo, como la serotonina y dopamina. Estos neurotransmisores tienen funciones tanto físicas como psicológicas. Influyen en el estado de ánimo, apetito, descanso, deseo sexual y bienestar general. Teniendo en cuenta que el 95% de la serotonina y el 50% de la dopamina se encuentran en el sistema digestivo, hay una conexión importante entre la dieta y el estado de ánimo.

Volviendo a la historia, Sofía empezó a encontrarse diferente Poco a poco empezó a encontrarse mejor, a tener digestiones más livianas y ¡se sentía con más energía!
Cada alimento tiene un efecto distinto en nuestro sistema digestivo y nos hace sentir de una manera. Por ello, es importante comer alimentos ricos en nutrientes y evitar comer alimentos que hacen que nuestro sistema digestivo reaccione de forma negativa, y como consecuencia, afecte nuestro estado de ánimo. 
Y sobre todo tener en cuenta que cada alimento produce un efecto diferente en el cuerpo, de manera que al utilizar su podemos alcanzar y mantener un equilibrio entre mente y cuerpo

Comer alimentos naturales, no procesados, reducir al máximo los alimentos de origen animal, aumentar la ingesta de alimentos vegetales, de temporada y ecológicos, alimentos en definitiva que no hagan que se desgaste nuestra energía vital.

Ser conscientes de lo que ingerimos y conocernos a través de nuestra relación con la comida.

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