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Microbiota

Emma González Gamero • sept 19, 2022
La microbiota, también llamada flora intestinal es la comunidad de microorganismos vivos, residentes en el tubo digestivo. Me gusta pensar que somos como un pequeño planeta que alberga multitud de organismos, convivimos con el conjunto de bacterias que forman nuestra microbiota realizando una interacción simbiótica.
La clave está en que las bacterias beneficiosas, sean las que predominen en nuestra microbiota, formando así un ecosistema equilibrado y diverso.
Nuestra microbiota influye en muchos aspectos, tanto físicos como emocionales.

Y como todo ecosistema, el equilibrio de la microbiota es relativamente frágil. Desequilibrada puede causar hinchazón, gases, diarrea o mala digestión, y se ha relacionado con enfermedades como la diabetes tipo 2, la obesidad, la celiaquía o la depresión, entre otras. Regula nuestro sistema inmunitario, por lo que nos ayuda a combatir las agresiones externas. Además, tiene un gran impacto en nuestras emociones. 

Una alimentación variada y equilibrada contribuye a mantener la flora intestinal. Esta puede modificarse a través de lo que comemos y hacemos. El consumo de probióticos puede ayudar a mejorar la microbiota intestinal, pero es importante saber que esta siempre se mantiene en constante cambio, de acuerdo con nuestros hábitos, y que los probióticos son bacterias vivas que se alimentan de lo que nosotros nos alimentamos también, por lo que tener malos hábitos y tomar probióticos no tiene sentido: las bacterias buenas que estamos introduciendo en nuestro organismo no pueden sobrevivir si no las alimentamos con alimentos saludables.

Los alimentos que pueden impactar de forma positiva en nuestra microbiota intestinal son aquellos que contienen fibra, como todos los alimentos enteros de origen vegetal (verduras, frutas, cereales integrales, legumbres, semillas, nueces, etc.) y los alimentos fermentados como el chucrut, el tempeh, la kombucha o el miso, entre otros.

Así que procura incluir este tipo de alimentos en tu día a día para tener una microbiota saludable. Y reducir al máximo la ingesta de carne roja así como sus procesados.

Además, llevar un estilo de vida saludable puede ayudar a mejorar la calidad de nuestra microbiota intestinal para que esta actúe a nuestro favor.

Favorecer el equilibrio de las bacterias que viven en el intestino, sobre todo a través de la dieta, es crucial para evitar enfermedades y mantenerte de buen humor.
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